domingo, 9 de agosto de 2015

Volver

Estoy de vuelta en México. Es raro. Todo es igual, pero parece tan diferente.
Me da mucha emoción estar de vuelta, sentirme querido y bienvenido por mi familia y amigos, incluso por mi lagarto.

Mucha gente va y regresa, pero una parte de ellos se queda allá, o jamás se va. Hay unos que no pueden esperar para salir del lugar donde vivieron; otros todo lo contrario, quieren regresar tan pronto como sea posible. Yo no sé, si no fuera por el factor de que aquí están mi familia, amigos y demás, no sé si habría algo que me haga quedarme.
No me quiero ir tampoco, pero la vida es un gran viaje y quedarse en un sólo punto no es bueno, ni es sano. (no me refiero sólo a la ubicación). Pienso en los pececillos en la pecera de un niño; a simple vista pueden tener todo, juegan y se mueven, pero están tan lejos de otro lugar en donde podrían estar, al cual pertenecen.

Después de mucho pensar y reflexionar (y muchas cervezas, drogas inocentes, tango y jazz (mucho de todo eso)) re-descubrí una de las máximas que hemos escuchado toda la vida, llegué a la conclusión de que quiero ser feliz.
No fue fácil, en serio, no lo fue, parece simple, pero no lo es. Para algunos sí, pero para mí no. Mucho menos fue responder a la pregunta que sigue, ¿cómo?, que a su vez viene acompañada de ¿qué me hace feliz?.
Fácil, lo que me gusta me hace feliz y lo que no, pues no. Por casi medio mes estuve encerrado en mi cuarto, con olor a quema y las cortinas cerradas que apenas dejaban entrar la luz intentando recordar todo aquello que me gusta.
Entre más indagaba mejor me conocía, buscaba relaciones y cada vez descubría más y más. Libros, lugares, ropa, comida, gente, palabras, edificios... Iba más y más lejos, y cuando recordé el olor a sopa de la casa de mi abuela no pude hacer más que sonreír y sentirme satisfecho. Esas cosas del día a día que muchas veces dejamos de ver.
Eso no quita que todavía se me pase a veces. Pero estoy más consciente.

Y por qué no muchas veces no hacía lo que me gusta? Por idiota, ciertamente. No es que hiciera todo lo contrario, pero muchas veces dejaba de hacer cosas, por idiota, no hay otra explicación.
Y bueno, ahora que comenzaré las clases estoy emocionado de volver. Tengo muchas ganas de ver que pasa y conocer nueva gente. Ni siquiera seguir adelante, sino seguir hacia donde esté mejor, adelante, atrás, arriba o abajo.


 

2 comentarios:

  1. Casi como lo que le escribí en su blog, a un compatriota tuyo: en otros lugares podés tener experiencias muy positivas pero no hay nada mejor, que el lugar en donde uno vive... jeeeeee...

    Besos!

    ResponderEliminar
  2. Vaya, bueno espero que las cosas (por el tiempo de tu escrito a mi comentario) te hayan salido bien... volver es una forma de ver su ciudad con otros ojos... pero también para ver que hay un mundo de posibilidades allá afuera.

    Saludos!

    ResponderEliminar